El juego responsable mantiene o facilita un estado de bienestar en el jugador. En ese sentido le brindamos el siguiente decálogo:
1. Jugar para entretenerse, no para hacer dinero.
2. Balancear el juego con otras actividades placenteras.
3. Jugar habitualmente acompañado por amigos o familiares y no solo.
4. No intentar recuperar lo perdido; aceptarlo como el costo del entretenimiento.
5. Utilizar sólo el dinero sobrante, no el destinado a gastos cotidianos.
6. No usar la tarjeta de débito para extraer más efectivo de lo que se esperaba emplear en el juego.
7. Establecer un presupuesto para jugar y respetarlo.
9. Establecer un tiempo límite para jugar y retirarse cuando se cumplió, tomarse descansos frecuentes al apostar.
10. Saber que el riesgo de juego problema aumenta en tiempos de crisis emocionales o financie.
¡Toma el control de tu juego! ¡No dejes que el juego te controle!